INTENCIONES…VALENTIA.
Nos pasamos la vida divagando por el
mundo sin tener claro en ningún momento de las intenciones de l@s demás,
sin saber fehacientemente en quien podemos depositar la confianza…
seguro que cuando leéis algo tan afirmativo pasa por vuestras cabezas
que a esto le falta razón, tod@s tenemos alguien que no nos va a fallar,
digno de recibir nuestros secretos más escondidos… pero…si esto es
‘’tan así’’, como es posible que exista la traición?...porqué la
traición se produce cuando alguien de extrema confianza te falla, no se
refiere a alguien que conociste ayer o con el / la que nunca has
intimado… Claro, las intenciones están íntimamante relacionadas con la
confianza o desconfianza…tanto más confianza cuanto más íntimo…y
viceversa …esta relación directa solemos llevarla al último extremo ,
pero lo cierto, es que jamás sabremos bien a que nos atenemos al
depositar o no nuestra confianza pues las intenciones de nuestros
confidentes hoy pueden ser de una manera y mañana por circunstancias de
la vida dar un giro absoluto…
Evidentemente , con todo lo
anterior, la creencia de que conocemos las intenciones de otros seres
humanos tiene siempre algo infundado sobre todo porque nos inclinamos en
tener la certeza de las intenciones ajenas nos conduce a confiar en lo
familiar y a desconfiar de lo no familiar. Simplemente porque suponemos
desde el sentido común…algo tan importante …sobre una relación directa
tan sencilla. Así, terminamos confiando en nuestros amigos, simplemente
porque lo son, y desconfiando de los distantes, simplemente porque lo
son. Manifestamos infinita paciencia y comprensión con las traiciones y
abandonos de nuestros amigos en la misma medida que manifestamos
impaciencia e incomprensión con los que no lo son, aunque no hayan
tenido la oportunidad de serlo. Entendemos siempre que si pretenden,
tienen la intención, de darnos confianza , por algún motivo
‘’interesado’’ debe ser.
Creo que el mundo se basa excesivamente
en estos ‘’protocolos’’ y por seguirlos demasiado a'' pies juntillas'',
nos equivocamos en el depósito de la confianza y por ello muchas veces
en la mismísima vida…
Verdaderamente es complejo saber dónde o… a
quién deposito mis intimidades, mi problemática, mis pensamientos…En
realidad no se trata de saber que alguien es confiable, porque no
podemos saber cuáles son sus intenciones. No podemos basar la confianza
en el saber. Lo que quiere decir que no podemos suponer que estamos
seguros. En realidad, debido a que las intenciones son ocultas, los
seres humanos siempre podemos traicionar: podemos engañar comunicando
intenciones que no son verdaderamente las que tenemos. Nada puede
asegurarnos contra esta posibilidad… incluso podemos tener unas
intenciones y variarlas…unas confianzas y perderlas…
También a
veces tenemos la seguridad que seremos traicionados por alguien si
conoce algo confiado a otros, y es más fácil que nos traicionen esos
otros que éste al enterarse… muchas veces ’’ cumple’’ el/ la que menos
esperamos, el/ la que menos confianza le suponemos…dándonos una gran
lección de vida… guardando nuestros desvelos y de una manera totalmente
gratuita y férrea, de la manera más noble, esa que atribuíamos a
nuestros seres más cercanos, esos que ‘’nunca’’ nos fallarían, esos que
jamás violarían nuestra confianza puesta en ellos, pues tenemos más que
‘’claras’’ sus intenciones… muy equivocados resultan demasiadas veces
estos protocolos de conducta, de vida, de confianza, de nobleza, de
caballerosidad establecidos…no sé cuál debe ser la forma, la manera,
pero no podemos movernos entre las expectativas de traición y las
expectativas de nobleza , por la sencillez de una relación directa.
Necesitamos inventar una manera de confiar que sea adecuada para
movernos en el mundo de nuestros días, tan ajeno a todo y que al confiar
consigamos lograr un mundo menos particular…que no traicione con tanta
facilidad, que no resulte una utopía… porque seamos fríos, solo guiarnos
de la cercanía, y lo hacemos, eso… sí que es absolutamente …
valentía¡¡…
...TODO ES TAN CONFUSO...¡¡