Marco A.González. Espacio particular para conservar y compartir mis publicaciones
jueves, 12 de mayo de 2022
MI SUEÑO... BIG BOY.
MI SUEÑO... BIG BOY.
Estaba pensando si tendremos que volver otra vez, a las preciosas maquinas de vapor , a carbón , a causa de la crisis energética... yo, por edad, hará unos cincuenta años que monté en una Maquina de Vapor , con conocimiento de causa, por última vez. Si, aquí mismo, en mi ciudad... me parecían unas maquinas enormes , impresionantes, con su columna de vapor por esa chimenea y esa sirena que emitía un pitido tan característico, esa cadencia en el arranque de su marcha que iba cogiendo velocidad...
En junio de 1975, el todavía Príncipe de España, Juan Carlos de Borbón, apagaba oficialmente la última locomotora de vapor de Renfe. Yo era un mocoso, pero lo suficientemente mayor para poder haber disfrutado de algunos poquitos viajes , que nunca podre olvidar. Desde esa fecha, la tracción vapor quedó relegada en nuestro país a unos pocos ferrocarriles de carácter industrial...
He leído que desde entonces, desde ese 1975, se han multiplicado por la Geografía Española las iniciativas, públicas y privadas, para la recuperación y puesta en marcha de locomotoras de vapor históricas ,contando en la actualidad con un parque de 38 unidades operativas... ( operativas significa, que podrían marchar con facilidad llegado el caso) y muy interesante cuando vamos a Huelva por Riotinto y nos encontramos con las minas, allí está la Fundación Río Tinto que promueve desde principios de los años noventa, la preservación del antiguo patrimonio histórico generado por más de 2.000 años de explotación minera allí en la zona, para su aprovechamiento como generador de recursos turísticos. Entre las diversas iniciativas promovidas en este sentido cabe destacar la recuperación de una parte del desaparecido ferrocarril minero que enlazaba las explotaciones con el puerto de Huelva, con el fin de establecer en su recorrido un tren turístico. Para ello se procedió a la rehabilitación de parte de la vía y a la reconstrucción de varios coches de viajeros, mientras que la tracción quedó asegurada, en un principio, a un par de locomotoras diésel . Ante la buena aceptación del tren turístico, la Fundación Río Tinto decidió impulsar la restauración de una locomotora de vapor, y así fue.
Soy hijo de Ferroviario y siempre sentí pasión por las máquinas de tren, y la RENFE en general, hasta el punto de considerarme un ferroviario frustrado, así es la vida...es lo que tienen los deseos inconclusos, se idealizan, porque en el presente entiendo que en todos los lugares ''se cuecen habas'' y a día de hoy seguro estaría tan quemado y ajado como lo estoy en Correos ... pero eso será otro episodio...
Cierto es que me encantaban las grabaciones sonoras de estas máquinas gigantes en marcha hacia su destino... y no renuncio a volverme a montar y para ello,¡¡¡ que coño¡¡¡, fijare ese objetivo, en la mas grande y así tendría que embarcarme en un viaje aventura transoceánico de muchos kilómetros... ¡¡porque yo quiero montarme en la BIG BOY¡¡
Y es que, a saber, entre 1941 y 1944, la American Locomotive Company construyó veinticinco locomotoras Big Boy para la Union Pacific Railroad. Aquel ''bicho'' -40 metros de largo y unas 550 toneladas de peso, con la carbonera- se ideó para que, con sus 6.200 cv. pudiera tirar de un tren de 3.600 toneladas sin ayuda en pendientes como las de la cordillera Wasatch, en Utah. Eso no es cualquier ''cosilla''. Las Challengers fueron diseñadas para un servicio de carga rápido, pero ocasionalmente tiraban de trenes de pasajeros.
De las ocho que se conservan, SOLO UNA, la nº 4014, está aún en condiciones operativas... Y yo quiero montarme...¡¡que leches¡¡¡... ya en sus orígenes es conocido que cuando la Big Boy marchaba hacía el Este en busca de la famosa Sherman Hill, la gente se apiñaba en el camino, expectante por conocer y ver de cerca ese gran monstruo de acero. Su figura era imponente, y sus clásicas nubes de humo negro que despedían sus calderas por la chimenea, eran la señal de que se acercaba la que durante años fue considerada como el emblema de los transportes ferroviarios en Estados Unidos. Tras la construcción, y a la vista de sus impresionantes proporciones, alguien tuvo la idea de escribir con una tiza, en la puerta de la caja de humos, «Big Boy», y con ese nombre se quedó. Así son los Estadounidenses, ya lo sabemos hasta bautizando bombas de esa guisa.
Yo había plasmado toda esta documentación por aquí a ver si había algún arrojado o arrojada que le diera un poco de pena , o quisiera complacerme, ya que voy cumpliendo años, pero, pienso que la travesía transoceánica mas el ''viajito'' de marras en la Big Boy debe salir por un pico , porque verdaderamente, lo del principio de este post, de volver al carbón, era una broma pues el funcionamiento de estas maquinas de vapor es mas caro y contaminante que cualquiera. Las Big Boy , por mas belleza que puedan tener, arrojaban una tasa de combustión altísima lo que provocaba enormes gastos de combustibles. No había más que ver sus intensas humaredas negras que regaban todo el paisaje norteamericano. Estas Big Boy llegaban a consumir hasta 20 toneladas de carbón en un viaje de 4 horas, así como entre 55.000 y 60.000 litros de agua... Si a eso le añadimos su elevado costo de mantenimiento, hallaremos los motivos por los que apenas 20 años después, todas las Big Boy se encontraban ya fuera de servicio. Sin embargo, eso no quitó que su elevado rendimiento hiciera que cada una de aquellas míticas máquinas recorriera la friolera de aproximadamente 1.500.000 de kms. de media... entonces, partiendo de todos estos parámetros... ¿¿¿saldrá caro cumplir mi sueño?????...bah¡¡¡¡¡...¿¿¿¿será por perras????
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