sábado, 21 de septiembre de 2013

UNAS BOTAS

UNAS BOTAS

...a ver, por donde empiezo...en primer lugar dedicar este post a mis familiares, hijos, amig@s ,y a todo el mundo que me quiera... por que entiendo que me gusta polemizar, pero también aprecien que tengo sensibilidad y así , con cal y arena, podemos ir conociéndonos...
Bien, en la foto, podéis ver una imagen de un señor con un peque en sus piernas y unas botas a cada lado... ese señor es mi padre que murió cuando yo tenia muy poquitos mas de veinte años y el niño que se ve en la foto soy yo con siete u ocho años que ya era huérfano de madre hacia ya un par de años ( 47 años tenía, los que yo cumpliré en poco mas de un mes)... podría hablar muchísimas cosas de mi padre, esto otro día, ya que como podrá entenderse él fue padre y madre a la vez, lástima que fuera poco tiempo , el tiempo justo para hacerme fuerte y sacarme adelante...
y...las BOTAS??? que carajo hacen aquí unas botas¡¡¡...las BOTAS, son las protagonistas del Post...
En el año 1972 aproximadamente cuando yo tenia seis, siete años, mi madre murió de cáncer, esa enfermedad tan detestable, y mi padre , que trabajaba en RENFE con el corazón partido tras meses de lucha infructuosa contra esa innombrable enfermedad y con trágico final no quiso saber mucho mas del mundanal ruido ( solo de mi, vivió para mi ) y se jubiló anticipadamente de Renfe, en lo mejor de su carrera , con cincuenta años mal cumplidos...
Cuando se vino mi padre de RENFE unos dias antes, estrenó junto con su uniforme esas botas de la foto, como yo estreno todos los años las de CORREOS y se guardaron en una caja, pues evidentemente cuando yo tenia siete años me estaban muy grandes... ese nene pequeño, yo, fui creciendo, y mi pie también , naturalmente... de tal manera que yo a los catorce años ya calzaba el 42-43 numero que contemplan esas botas...un día , con catorce quince años, hicimos una función en el Instituto y necesitaba unas botas de esa guisa y busque entre lo recóndito, encontrándolas, nuevas, no hacia falta ni limpiarlas me las calcé como un guante y me fué bien en la función... en un principio me las ponía bastante y me empezó a preocupar que se deteriorasen pues aunque tiene una calidad que ya quisiera el calzado de hoy ( cuero auténtico fortísimo y suelas fijadas con tornillos ) desgraciadamente a ese ritmo podrían ser en unos pocos años perecederas...
Cierto día , con dieciseis, diecisiete años y observando que me daban suerte, pensé en algo simple, en matemáticas puras... ''si unas botas como estas poniéndoselas a diario podrían durar fácilmente siete u ocho inviernos... 60 meses, 1800 días, si yo me pongo estas botas una o dos veces por año teniendo en cuenta que ya no me crecerá el pie, las haré infinitas en mi vida... y...empecé como si de un juego se tratara ...las he utilizado, me han acompañado en los momentos mas delicados o mas característicos de mi vida...nadie se ha dado cuenta...creo que ni mis hermanas...obras de teatro en el instituto, disfraces de carnaval, juicios, entierros ( como el mismo de mi padre ) separaciones, divorcios, fiestas, nacimientos, servicio militar ida y licencia vuelta y un larguísimo etcetera pero como mucho dos o tres eventos en un año... hace poco , mi hijo, que creo que por suerte, ( para las botas ) no crecerá mas , le deje que las llevara para un evento importante, y yo las sigo utilizando hoy ya con prácticamente 47 años para mis eventos importantes...
Las matemáticas me dan la razón, estas botas evidentemente son un legado y creo que un legado con responsabilidad debería traspasarse en vida... tengo dos hijos, uno de diecisiete y otro de seis... me gustaría ''abdicar'' para mi es una gran responsabilidad sentimental...pero esa ''abdicación'' quiero que sea compartida, necesito que mi hijo mayor solo las utilice una vez por año y que con la misma responsabilidad, cuando mi pequeño calce el 43 sea compartida con el por mi hijo mayor...es evidente que se puede...en cuarenta años se utilizarían un máximo de 100 veces...nada para la vida útil de esas botas...yo ya llevo utilizándolas treinta años...las botas tienen cuarenta.
Sería bonito que mis hijos o quien sabe, mis nietos, continuaran y respetaran este sentimental legado...sería bonito para mi ver en mi lecho de muerte como cada uno de mis hijos lleva puesta una bota de las mías...

1 comentario:

  1. HE QUERIDO INAUGURAR MI BLOG CON ESTA PUBLICACIÓN HOMENAJE A MI PADRE, A ESAS BOTAS,A MI VIDA...

    ResponderEliminar