Marco A.González. Espacio particular para conservar y compartir mis publicaciones
domingo, 8 de junio de 2014
EXCESO DE CONFIANZA...NO, CONFIANZA EN EL SER HUMANO¡¡
EXCESO DE CONFIANZA...NO, CONFIANZA EN EL SER HUMANO¡¡
Acabo de ver el partido de la final de tenis de la Roland Garros en la que Nadal ha ganado a Djokovick consiguiendo un record que nadie alcanzó en su vida como es ganar este trofeo cinco veces consecutivas...es hacer historia una vez mas¡¡¡... pero lo que a mi me ha llamado la atención es la CONFIANZA . No la confianza que el pueda tener en si mismo, sino la confianza que depositamos los demás en el, yo mismo, tenía demasiado claro que Nadal ganaría...cuando el partido siempre tiene un par de momentos decisivos en los que cualquiera de los contendientes podría encarrilar el partido y ganar la final...pero , yo consigo obviar todo eso, pienso en el Manacorí, y directamente ya me relajo y le atribuyo la victoria...mi confianza está incluso por encima de la suya en si mismo...
La confianza tiene muchas facetas, pero de una manera genérica siempre podremos referirnos a ella pensando en la que tenemos depositada en nosotros mismos, o la que depositamos en los demas, bien con respecto a ellos o con respecto a nosotros mismos...
Pues si, alli estaba yo , todo mojado, esa fria noche de febrero, fuera de mi ciudad, ya llevaba unos dias fuera, conociendo lugares de interés , incluso alguna pelicúla de cine y no pocos escaparates, lo mismo hasta parecía un poco paleto fuera de su caldo de cultivo, mientras esperaba cambiara la luz del semaforo un motorista con la vestimenta apropiada atraveso delante de mis narices por el paso de peatones a una velocidad de vértigo, era una intersección, un cruce de caminos...cuatro esquinas...por la otra calle la película se repetía ...el choque ante mis ojos fue inevitable y el episodio apareció como dantesco, todo eran hierros retorcidos pero increiblemente los motoristas consiguieron ponerse en pie... y mas increible que se acercan uno al otro y dirigiendose toda clase de improperios comienzan a tirarse trozos de motos a la cabeza uno a otro, un pedal, el espejo... uno de ellos, un trozo, cayo a mis pies, mientras los accidentados seguian forcejeando ...
En el paso de peatones, no me encontraba solo yo, otros peatones estaban mirando las ''ostias como panes'' que estos se proporcionaban , la bronca tan soberana, nadie parecía intervernir, pero en medio del espectáculo, detras de mi surgió una voz ... detesto estas acciones¡¡¡...detesto la violencia que genera este pais¡¡ hay demasiada rabia contenida¡¡¡ el grito era contundente y el acento no parecia de ningun pais cercano a nuestra ciudad...¡¡¡Me quiero ir de de aqui¡¡¡¡¡...
Claro, se me adelanto,pues yo soy de sangre caliente, y entre nosotros nos conocemos, tenía mi edad, me miró y meneó la cabeza en un gesto de furia y desesperación por el espectaculo tan deprimente que contemplaban nuestros ojos, deberian de abrazarse por estar vivos, este hombre, extranjero sin duda, sentia lo mismo que yo, parecía estar en la misma onda.
La policía y un par de ambulancias hicieron presencia y el telón se bajó, con lo que el extrangero y yo comenzamos a conversar...segun me narraba, llevaba ocho horas recorriendo las calles de esa Capital y lo único que deseaba era volver a casa, a su hogar... y se le veía tremendamente encendido, por lo que le aconsejé que lo mejor que podría hacer era volverse... entonces, su semblante, su tono de voz, que le hacia parecer tremendamente honesto y completamente consternado con la situación , me hizo preguntarle que le había ocurrido, pues no parecía estar bien, ya por encima del episodio del accidente...
El extranjero, como vengo llamándole, empezo a contarme el horrible dia que habia pasado en la ciudad , él era administrativo en otro lugar, pero estaba en esta capital haciendo labores humanitarias voluntarias con un grupo, y también atendía a enfermos de cancer a domicilio durante esos tres meses que estaría aquí...pero a primera hora cuando bajaba de un taxi que lo desplazaba a sus labores voluntarias , el vehiculo se alejo con todas sus pertenencias dentro, claro, entre ellas , su cartera, su documentación, su pasaporte... solo le quedó un libro con titulo tambien extranjero, que era lo que llevaba en la mano...
La burocracia española, lo habia envenenado y la poca comprensión y no por que no dominara el idioma, pues solo lo delataba el acento, nada mas...había pasado cuatro horas en la jefatura de policia , denunciando, ya que el taxi no aparecía, nadie le ayudaba de la agencia de taxis en su problema, nadie de los estamentos oficiales , le ofrecio dinero ni ayuda, el consulado no estaba ahí mismo en esa ciudad, asi que llevaba todo el dia recorriendo las calles esperando hasta ayuda de los transeuntes , no con mucho éxito...
Acaso este hombre, con esta historia , pense yo, antes de hacerle la pregunta del millón, ¿¿intentaría engañarme?, su historia era rimbombante, pero algo , ese no se que, me daba , me otorgaba confianza en el y me decía que todo era cierto, no me estaba mintiendo... le adverti que no me gustan los engaños cuando deposito mucha confianza y le pregunté rapidamente, sin esperar su respuesta, a mi retórica,¿cuanto dinero necesitaba para su billete de tren que lo trasladase a su ciudad?...El iluminó sus ojos y me apreto mis brazos, preguntándome que si yo haría eso por él, si lo ayudaría...evidentemente ,le advertí que mis limites son ''cojonudos'', pero que mas o menos se cuanto cuesta un tren a todos los lugares... pues si¡¡¡...unos treinta euros, como mucho, y podría salir esa misma noche...Se los di¡¡¡ y me lo agradecio como nadie¡¡¡... yo le insistí...es posible que usted me esté engañando, pero de la manera que lo está haciendo, sería una persona tremendamente habil, un gran actor, no iba él a provocar también el accidente de. los motoristas para hablarme, yo fuí casi quien se dirigió a él...me pidió mi dirección o una tarjeta si tenía, prometió mandarme el dinero a la puerta de mi casa...¡¡¡se lo prometo¡¡¡...Le entregué mi tarjeta. Nos dimos la mano e intercambiamos algunas frases corteses. El, dijo que iba a la estación para tomar el tren de medianoche. De nuevo me dio las gracias, y yo me alejé con la satisfacción de haber hecho una buena obra.
Como el ser humano es así, me puse a repasar la rebuscada historía que me monto el extranjero...con unos detalles que me parecían un tanto inverosímiles ya en frio...cuando lo conté en mi casa, me digeron que como me había tragado ese cuento, que había sido un ingenuo...yo pienso, que si me engañó, podria pagársele ese cantidad por actor callejero...
Pensando asi de esta manera, no me avergoncé en ningún momento de mi credulidad, de mi confianza depositada en otro, digo mas, me siento orgulloso de ella, me hace ser diferente, no un gran desconfiado, no un gran indiferente, es algo con valor...treinta euros no me sacarían de pobre ni a el extranjero lo haría rico...creo que es un valor¡¡¡
¿¿Que pasa, que a nosotros nunca nos han ayudado desconocidos??? ¿¿nadie nos ha dado cobijo, un café caliente, veinte euros en la mano, un bocadillo, un transporte o nos han devuelto nuestra cartera con el dinero dentro???...si esto ha ocurrido, creo que deberíamos ser gratos y si se nos presenta una ocasión de ayudar , dar un voto de confianza...
Pensando en todo, me da igual que el extranjero se quede con los 30 euros, volvería a darselos , los que estafan por que son listos, seguros que tendrán mas problemas que yo jamás tendré...no voy a pasar el resto de mi vida siendo un desconfiado, sin remedio, cuidándome de las personas que quieran engañarme...o desconfiando del amor y otros valores humanos..
El caso, que hace un tiempo que ocurrió este episodio, estoy seguro que el extrangero debe haber perdido mi targeta de presentación...Tan seguro como que soy un defensor de la confianza en los demás¡¡...
Gracias a ese encuentro con el desconocido surge hoy esta publicación...y digo yo...¿quien obtuvo mas, el recibiendo o yo dando???
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