JORGE EL LETRADO
Jorge,el Letrado, vivia en un ático, en el Ñ eXactamente, un tipo raro, inteligente, introvertido, de los que es de la localidad de toda la vida pero poco se le ve, pocos lo conocen , en ningún sentido. Vuelve de su cotidiano trabajo, en bicicleta, descansa un rato y pasa toda la tarde hasta bien entrada la noche en su despacho, un entorno repleto de libros, con mobiliario de entorno clasico, de madera noble y con la entrada por el vano de un gran haz de luz ... Carla , apenas lo veía, y así los años, a mi entender debía tener prohibida la entrada, ese Universo estaba vetado para ella, para cualquiera... Nadie parecía entrar en esa vida llevada a cabo entre sombras pese a la luz, entorno salpicado por ingentes cantidades de folios repletos de letras , que eran garabatos inteligibles para Carla aquel dia que se asomo al quicio de la puerta mientras su padre estaba de espaldas. Asi, culminaba Jorge todas las tardes de cinco a nueve en punto de la noche...La curiosidad de Carla por lo que hacia su padre comenzó a crecer, y en el transcurso de esos años aprendió a leer, y su cuerpo emprendió la adolescencia y la fortaleza de la desobediencia de esa edad humilló a aquella niña docil que un dia se asomo timidamente a la puerta con los ojos redondos....desde niña se ha pasado los años pisteando y agazapada para entrar reptando, haciendo eses como un ofidio, hasta llegar al escritorio cada vez que el padre salia a hacer alguna gestión o se indisponía... parecia, en intervalos, leer todo en las sombras.
Jorge, el Letrado aun era joven, con muchos años por delante, comenzaba la edad madura , para Carla, él tenía el aspecto de Superman momentos antes de la conversión, si, Clark Kent antes de entrar en la cabina, una persona introvertida, estraña, con muchas ocupaciones y como fuera de lugar...pero , directo a lo suyo, muy responsable con eso. Intemporal hasta con la vestimenta, demasiado clasica en todo momento, con muchos bolsillos en pantalon, camisa, chaleco y chaqueta,.. y en uno de ellos,en su camisa, casi en un remoto bolsillo, muy cerca del corazon, rozando su piel, muy plegado esconde el gran secreto.
Aquel Viernes , rondando Marzo, cuando se había marchado la nostalgia del invierno y alumbraba la verde esperanza de los dias cargados de luz , la magia y belleza de la primavera, donde las flores apuntan y las tardes por fin eran duraderas y poco sombrias, Jorge, se levanto de su asiento del despacho de su casa como siempre, a las nueve en punto de la noche, y se cambió de ropa , mas elegante, con gran meticulosidad, no quiso saber mas, cogío su chaqueta de primavera, las llaves, su cartera, , su billetera, y sin despedirse de nadie, agarro su bicicleta con la que iba todos los dias a su trabajo y con ella se lanzo a las vias del tren ante el Rápido Ter RT173 de las veintiuna cincuenta
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