Marco A.González. Espacio particular para conservar y compartir mis publicaciones
jueves, 20 de abril de 2023
MI AMIGO EL ‘’COLGAO’’
MI AMIGO EL ‘’COLGAO’’
Este Mario, es todo un ‘’personaje’’, uno más de los que aun siendo Spiderman, un Súper héroe, cayó en las redes del ‘’animal’’ más peligroso de la Península Ibérica , y para nuestra suerte, no pudo ya más zafarse… vamos, creía él que aun no sabiendo ni decir gracias ni hola en Español podría venir desde su País , a Iberia , tan solo a pasarlo bien, un fin de semana… Ja¡¡
Y ahí te veo, pensando y soñando en Español más de dos décadas después de aquella ‘’fiesta’’ y más aun en las garras de aquella Pelirroja que te atrapó cuando creíste ser tu el que la conquisto con aquella chocolatina que decías tener por abdomen … Rumano iluso¡¡¡¡… esa mujer sin pistolas había salido de una novela del Oeste de ‘’esas’’ de Marcial Lafuente Estefanía y con sus balas de fuego, como si fuera nápal, abrasó tu pasaporte.
Toda aquella infancia y juventud donde coqueteabas con aquellas cuerdas con más de mil usos que te repasaban y esos mosquetones ya casi por inservibles regalados con los que te pegabas a la pared y a cualquier verticalidad como un arácnido, fue el mismo anclaje que te emparedo a nuestra España y con el mismo criterio a la ciudad Augusta.
Y ahí te conocí , haciéndonos un trabajo de ‘’altura’’ agarrado simplemente a una cuerda, rondando las seis décadas, por pelo rubio que lleves, con tus técnicas de alpinismo prácticamente autodidactas, casi innatas, reparando, limpiando , pintando, rehabilitando zonas de imposible acceso , no faltas de un riesgo vital en tu día a día.
En nuestras charlas mañaneras , ya de amigos, en las que me contaste tus orígenes, también me explicaste la cantidad y variedad de trabajos verticales que comprendes amarrado a una cuerda… desde limpiar aquel cristal situado en un lugar imposible a impermeabilizar fachadas, construir en altura, pintar lugares remotos… y viéndote con el mimo que tratas a tus herramientas , tus movimientos pausados y siempre controlados, estudiados, ofreces al que te mira una imagen de seguridad en tu trabajo vertical… pero no hasta el punto de acompañarte en la locura… levantarse por las mañanas y anclarse a una vertical todos los días, se me antoja una subida de adrenalina que otros buscan como aventura eventualmente en otra parte.
Es fácil decir que posees la herramienta más novedosa y la maquinaria más actual que existe en el mercado, porque lo tuyo son unas buenas cuerdas y mosquetones , una estrecha madera para sentarte y poco más, evitas y eliminas por tanto la creación de cualquier andamio que entorpeciera su vida a viandantes , comercios y viviendas colaterales… solo necesitas un punto de acceso y anclaje de la cuerda y si acaso , con las herramientas inalámbricas, un punto de luz .
Observando tu trabajo desde mi terraza, hasta invadirme el vértigo personal, me queda claro que lo más importante de todo es a lo que tú le dedicas el tiempo y la minuciosidad, a tu seguridad, con la que te proteges de cualquier accidente o caída y a tu posición o suspensión que es cuando ya estas ‘’colgao’’ fijar tu posicionamiento y permitirte un trabajo bien hecho y de calidad. Claro , con esta ‘’simplicidad ‘’ evitando andamiajes , grúas, aparatos mecánicos… natural que a los vecinos que encargamos el trabajo, nos salga mucho más económico, lo que en estos tiempos críticos es de mucho agradecer.
Si, en ese ‘’alpinismo’’ tipo ‘’hombre araña’’ con el que te ganas la vida, puedes captar la admiración de propios y extraños , pero no por las técnicas más novedosas, o ese material avanzado o por la suavidad y limpieza en tu trabajo, verdaderamente, como se daría cuenta aquella Pelirroja de tu vida, salida de aquel Western, la admiración es por la delicadeza en el trato con el ser humano , tu simpatía, tu gran corazón y tu verborrea sin fin pero en la que no cesa y te hace diferente , sin renunciar jamás a tu Nacionalidad, que España te encanta y que Mérida es el mejor lugar del mundo para ‘’anclarse’’ tener hijos y verlos crecer con la tranquilidad que requiere y exige cualquier buen padre.
En fin… tras descubrir, tu valía, tu amistad, tu buen hacer, espero a partir de ahora, no llamarte para que me arregles esa fuga en aquella tubería, ni me impermeabilices o pintes la fachada, ni siquiera para que rehabilites una Piscina o una Pista de Tenis… ahora ya prefiero, como amigo, que nos llamemos para una buena Caldereta o para desayunarnos unos buenos churros en el Noe… eso si que te deja … ¡¡colgao¡¡
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